Ser mamá es una emoción que no se compara con nada más, es
felicidad, risas, lágrimas, angustias, sonrisas y mucha comida.
Procesar y crear un ser humano requiere de muchas fuentes de
energía, estoy segura que muchas mujeres como yo saciaron todos y cada uno de
sus antojos durante el embarazo.
Cosa que no esta mal pero tampoco esta bien, existen antojos
que no aportan algo que haga la diferencia en el crecimiento y desarrollo del
bebé, al contrario te suman kilitos extra.
Durante el embarazo justificas tus kilos de más con frases
como “Estoy comiendo por dos” “Si no me lo como va a salir con cara de
__________ (inserte antojo lleno de calorías)”, pero ¿Qué pasa con todo eso
después de que nace tu bebé? exacto, ¡SE QUEDA AHÍ EN FORMA DE GORDURA!.
Después viene la lactancia, en donde se supone que bajarás
de peso cuando tu bebé coma y coma y vuelva a comer cada dos horas, pero si
eres alguien como yo que no pudo lactar, sabes que esos kilos de más han sido
muy difíciles de eliminar.
No sólo eso, la vida para una mamá trabajadora es dos veces
más complicada, dejar al bebé listo para que quien lo cuide no tenga problemas,
correr a la oficina, tener juntas cada hora, olvidar desayunar y por la tarde
comer cualquier cosa, ir al segundo turno labora, llegar a casa con hambre y
sin ganas de cocinar para terminar pidiendo comida a domicilio… ¿Te suena?
Algo así ha sido mi vida durante el último año, he intentado
cambiar mis hábitos pero mi estilo de vida lo ha hecho más complicado de lo que
parece, los kilitos de más y el consumo ilimitado de azúcar y alimentos
procesados han hecho que poco a poco me sienta mal, con menos energía, de
malas, con mucho estrés y poca concentración.
Intenté tomar multivitamínicos, llevar una dieta más estricta,
termine mi relación amorosa con la coca cola y nada de eso era suficiente, un
día encontré una pista de lo que ahora ha sido una solución.
Hace una semana probé Vivant , un programa de
desintoxicación que ayuda a eliminar de tu cuerpo esas toxinas acumuladas que
le hacen daño a tu cuerpo y me gustaría compartir con ustedes esa experiencia.
Existen otros sistemas de detox en México pero por la
atención, el precio y el apoyo a la gente local me decidí por Vivant, hacer una
inversión así por 6 jugos diarios no es fácil y menos cuando además tienes que
comprar leche y pañales.
Los jugos llegaron a casa en una bolsa térmica, frescos y
listos para que los tomara al siguiente día.
Me desperté muy temprano y siguiendo las instrucciones me
tome el Vita-Shot, tiene un sabor
inesperado para iniciar el día, me pareció un poco picante y amargo, tuve
sensación de ardor estomacal pero se fue a los 10 minutos.
Después me tome Verde Coraje con bersa, espinaca y pepino,
muy fresco, el sabor más dominante es el pepino, rico pero no mi favorito.
Dos horas después tome Pina-Frescante, creo que me conquisto
desde el primer trago, me sentí con mucha energía, la necesaria para jugar con
Victoria toda la mañana, me dio tanta confianza que incluso le di un poco de
jugo a Tori y le encantó.
Llego la hora de la comida y mientras todos en casa comían
delicioso yo me martirizaba pensando que tendría hambre, pero ¡Sorpresa! Mi
jugo Agua-cate no sólo era delicioso (debo mencionar que ODIO el aguacate),
tenía la porción necesaria para que en ese momento del día no muriera de
hambre.
Era hora de recorrer la ciudad para ir por @Mangadelmuerto y
tenía muchísimo sueño pues la noche anterior trabajé hasta tarde y es justo a
esa hora cuando el cansancio me pega, en ese momento del día tenía que tomar mi
Vivant número 4, Alka Lima, un juguito que viene acompañado de una bolsita de
chia, no sólo me despertó, también me levantó, como si me hubiera tomado un
redbull pero con sabor natural, sin azúcar y sin taquicardia asesina.
Pasaron dos horas y llego la hora de mi favorito Poder
Violeta de Betabel, Zanahoria y Limón, si el cielo se pudiera comer, seguro
sabría a esto.
Ya se hacia de noche y me dio hambre entonces me tome el
útlimo Nu-ez leche, este no me encantó (porque si bien odio el aguacate, me lo
como, pero la nuez de la india y yo somos enemigas) el punto es que después de
tomarlo me sentí relajada y se fue el
hambre.
Me fui a dormir, al otro día desperté con la cara llena de
barritos, me asuste y luego me relaje, pues es natural después de un proceso de
desintoxicación, seguí las instrucciones que mandaron a mi correo después de mi
día de detox y todo fue mejorando.
Pase un fin de semana de relajación total, los barritos
desaparecieron al segundo día y dejaron una piel brillante (no use maquillaje
durante unos 4 días después y mi piel se veía perfecta), mis uñas dejaron de
romperse (aún días después siguen intactas), las ojeras desaparecieron (supongo
que porque pude dormir mejor) me sentí más ligera (no más flaca).
En resumen fue una experiencia súper agradable, estoy segura
que la próxima vez que lo haga, pediré el plan de 3 días, si con un día me
sentí así de bien, incluso una semana después no me quiero ni imaginar como
será con 3 días.